Deja de Medir lo Fácil: Cómo Elegir KPIs que Realmente Impulsen tu Negocio
- Adm Cloud
- hace 7 días
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Imagina esto: el equipo de marketing de una tienda en línea celebra porque las visitas al sitio web se dispararon un 50% este trimestre. Pero, al revisar los números, el dueño descubre que las ventas apenas crecieron un 2%. ¿Qué pasó? Estaban midiendo lo fácil (visitas), no lo importante (ventas o conversiones). Muchas empresas caen en la trampa de usar KPIs por costumbre o porque son fáciles de rastrear, sin preguntarse si realmente reflejan el progreso del negocio.
¿Qué es entonces un KPI?
Es un indicador clave de desempeño, una métrica representada de manera gráfica que motiva una acción inmediata por parte de alguien específico en la empresa. Sin embargo, como señala un artículo de Harvard Business Review:
“El problema es que muchas organizaciones adoptan KPIs sin comprender completamente qué están midiendo o por qué son importantes para el negocio.” (Davenport & Harris, 2020).
Por lo tanto, no hay claridad de qué hacer, ni quien debe hacerlo si el mismo no presenta un valor aceptable.
El Error de las Métricas Vanidosas
Las métricas vanidosas son números que impresionan en un informe, pero no muestran si estás avanzando hacia tus objetivos. Algunos ejemplos comunes son:
Likes en redes sociales: No aseguran nuevos clientes.
Visitas al sitio web: No siempre significan más ventas.
Horas trabajadas: No garantizan productividad ni resultados.
Estas métricas son útiles en ciertos contextos, pero no deben ser la brújula que guía tu negocio.
Cómo Elegir KPIs que Importan
Los KPIs deben alinearse con los objetivos principales de tu empresa, no solo con lo que es sencillo de medir. Sigue estos pasos para seleccionar KPIs efectivos:
Define tus objetivos estratégicos: Decide qué quieres lograr por cada área productiva de la empresa.
Usa el marco SMART: Asegúrate de que tus KPIs cumplan con estos criterios:
Específico: El objetivo deja claro qué se necesita hacer (ejemplo: incrementar ventas en línea).
Medible: El progreso se puede cuantificar (ejemplo: 10% más de ventas).
Alcanzable: Es aceptable para quienes lo ejecutarán.
Realista: Es alcanzable con base en las condiciones actuales (ejemplo: respaldado por datos históricos).
Tiempo: Tiene un plazo definido (ejemplo: en 3 meses).
Involucra a tu equipo: Los empleados que manejan los procesos diarios conocen las métricas más útiles. Por ejemplo, el equipo de ventas podría proponer medir la tasa de cierre de negocios.
Revisa regularmente: Los KPIs no son permanentes. Evalúa su relevancia cada trimestre para ajustar tu estrategia según sea necesario, asegurándote de que sigan siendo útiles y relevantes.
Mide lo que Importa
Es natural que como gerencia te sientas en ocasiones perdido al elegir los KPIs adecuados para medir el éxito de tu negocio. Pero como líder, tu verdadero reto está en ajustar estos indicadores según sea necesario, analizando cómo la data evoluciona y cómo cada métrica impacta directamente el avance de tus estrategias y objetivos. Además, asegúrate de que la medición no complique las operaciones diarias, manteniendo un enfoque práctico.
Tómate un momento para evaluar tus métricas actuales: ¿realmente te están guiando hacia el crecimiento que buscas?
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